DESPEDIDA


Alzo mi cráneo roto
y en el bebo mi ausente.
La sangre gira
por la rejilla del mundo
y en cada gota rueda,
un rostro en el vidrio,
el último andén con cigarrillo,
mi mano inevitable, hoja que cae.

Por la rejilla mareándome va
mi último trago, río cortado de besos rojos
y en el fin de la ventana
golpea el capitán de las moscas:
Adiós a la carne
adiós a la tierra, a tu boca
adiós a ese maldito cielo eterno.





(Del Libro "Cadáveres exquisitos", Ilustraciones: VICTOR HUGO ASSELBON)

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