Poemas de los niños muertos
Los Pibes
El humo fuma Pibes
alrededor
del fuego.
Un tubo
raspa como los muros los dientes
un hueso pincha el corazón
y rebota la
bocina del tren
en las
paredes del cráneo, el paredón.
¿Sentís el
polvo donde nace la lengua?
Ese sabor
lejano, perdido...
Sin saber
que es…
no saber que
hay, no sé…
de tras solo
polvo, ¿polvo?
¿No hay otra
cosa?
O que hay arriba… arriba
mas allá de las torres que nos tapan el sol.
El perro
Yo te amaba,
y te apague el corazón
Te
rompí (así dijo el perro)
te deje
boqueando como un pescado.
No sé qué es
ésta tinta en mi piel
ésta grasa de engranaje y carbón
(decía
mientras se miraba las venas)
el tajo en
la boca, esa media mirada
la gorra
tapándome el apellido, mi número y las orejas
mi medio hueso
de costilla en el pulmón
todo eso a
un costado del río en la noche.
Había que
oler ese miedo
para dejar
de oler a muerte
había que
tragar…
para dejar
de sentir la sangre en el paladar
había que
hundir la hoja brilloza en la noche para no pensar.
En nada.
Nada. Solo el río llevándose el cuerpo de mis ojos.
Patadas
Pateaba al
arco sin travesaño
La tarde
después de la escuela…
Trepaba al
único árbol del barrio.
Fumaba los
juncos
Tiraba
piedras al tren
Mataba sapos
Escondiéndome
de la vieja loca de enfrente.
Y vos
cantabas malas palabras
Prendías una
fogata en el campito
Rompías la jeta
de algún idiota
Saltabas el
muro de la escuela
Estallabas
el vidrio, gritabas, saltabas la noche.
Espiábamos por la cerradura de los baños
Mirábamos la
luna con la cara hinchada por el fuego.
Meábamos los hormigueros
Mirábamos el vapor de las chimeneas,
la risa con hollín…
los mocos llenos de tierra
ESCAPATE…
PUTEALOS…
CORRE… NO VUELVAS.
Los
barriletes
¿Te acordás
de los barriletes?
La media
caña
El
papel, se llamaba?
El ovillo en
el palito.
El tiro… que
difícil…
La cola, el equilibrio del cometa
El viento
debía ser suave pero viento
Y la shillet en las colas de los cometas
Que
terribles…
Ah… ¿cuántos barriletes te bajaste así?
Que guachos…
mirando el cielo azul
Riendo… gritando golpeando las manos
Y el viento
llevándose las nubes
Con formas
tontas… para siempre.
Por las vías
Caminando
por las vías.
Cuando por
las vías te olvidabas
Caminando
bajo el cielo azul
Llegabas al
arroyo Pinazo
Detrás de
los barrios
Y
atravesando el humo espeso
De la quema
y el basural.
Cuando te
ibas sin avisarle a los viejos
Con un palo
para ayudarte a caminar
Un anzuelo
pequeño
y medio corcho en el bolsillo
Cuando por
el llano sin árboles te perdías
Por el chaperío
con antena y lona en medio del barro
Llegabas al
final… la línea
Donde nada
sigue, donde nada es…
Casi campo
casi barrio casi pantano… todo casi…
Ahí corría
una franja de agua marrón oscura
Y bajando el
puente, en el túnel bajo la sombra
Había grandes puteadas escritas, cuadradotas palabras negras
Pijas y
tetas pintadas con grueso carbón de rayas gruesas
Restos de
fogatas… restos de ropa y botellas rotas
Yo no me
preguntaba nada
No se…
Tiraba el
corchito al río,
Quería ver el reflejo de una mojarrita, mordiendo el anzuelo
Bajo el
puente, bajo aquel cielo azul.
Volver
Cuando
vuelvo
Tengo el
corazón lleno de humo
La sangre
echada como un perro
En un
costado de mí.
Y mi cara se
parecer al mundo
Cuando
vuelvo
Mi bolsillo
tiene la mueca de un payaso
Caminando al
costado de la ruta
Entrando en mí calle
Mirando
hacia abajo
Respiro, tirándome el calor al pecho
Pero no
alcanza, y hace frío.
Cuando
vuelvo tengo el corazón lleno del mundo
Y siento el
olor tempranito de las panaderías
Miro el sol,
aun nada. Tengo hambre.
quiero un
pedazo con mis dientes
y que mueran
los pájaros de mi cabeza .
el pan me salva
de morir en la madrugada
su olor me
llena el alma para seguir.
Por las
calles
Por las
calles oscuras
El puño del
corazón
Pega contra el hueso
La rejilla de las costillas
La calle
llena de miradas
Calientan el
aire de mi boca
La calle
oscura
Siente el
palpito bajo mis pies
Apenas una
luciérnaga crepita
Por la calle
oscura
Suena un rasposo güiro lejos
No mires,
mira tus pies
Si vez una
sombra cerca.
Corres.
Los
cangrejos de las islas
“Los
cangrejos cocoteros
Son mayoría
en las islas de Hawái
Pesan
casi cuatro quilos
Y no saben
nadar,
Sus huevos
van de una isla a otra
Atravesando
el mar…”
No puedo
creer que exista eso!!!
Qué pensará
un cangrejo de mí o el que se los come?
Yo que estoy
del otro lado del mar azul
O del otro
lado de la tele mejor…
Como es el
sabor de un coco?
Como será
sentir el viento así en mi cara?
Bañarme en aguas extrañas…
serán fría
como la del baño?
si traigo un
cangrejo…
seguro muere
al otro día.
En el barrio
nada exótico sobrevive
Solo gente,
y casi…
Quién dice
¿Quien dice
lo que yo siento?
Quien sabe
este garrón
Seguro los
que no pueden
Seguro los
que no
Quien ve por
la ventanilla
Quien cruza
el puente a esta hora
Seguro el
que ayer vivía
Seguro el
que ahora no
Quien traga
la sangre del labio
Quien traga
el moco del odio
Quien muerde
hasta ablandar los dientes
Quien no vota ni opina ni sabe
Solo espuma
en la boca
¿Quien dice
lo que yo pienso?
En cráneo
agujereado no cabe idea ni voz
Hay un
huracán de sangre
Y los ojos
dicen palabras
Que nadie… aún escribe.
La madrugada
La
madrugada es despeinada
Es después
de la fiesta
Los globos
rotos
La botella
derrochada
Salir casa
por casa
A pedir
pedazos de pollo
Mezclados
con pan dulce y vino
La madrugada
nos desordena
Nos acomoda
algo por adentro
Y nos
miramos, nos comprendemos
Y no decimos
mucho
Salvo un
grito un pis humeante en la madrugada
En la vereda
muerta de tiempo.
Vos sos
bueno
No te va a
ir bien
Miras para
abajo y reís
Das la mano
Pones el
hombro el pecho
No entendés
mucho
Pero crees.
Vos sos
bueno...
Y te van a
dejar esperando
Los audaces
van muy rápido para verte
Los amantes
ven fuego en todas partes
No creo que
vallan a saludarte en tu paciencia…
Sos bueno y
te va a doler la lluvia
La noche
sola aullando con los perros
Sos un gran
amigo, un solitario
Sos bueno y
no le tenes miedo a la nada
Te va a ir
mal y sos bueno
Sos un gran
amigo, inconfundiblemente perdido en el mundo